¿Te has dado percatado de cuánto ríes cotidianamente? Se ha estudiado que un niño ríe alrededor de trescientas veces y un adulto alegre, en promedio, entre veinte y treinta ocasiones en el día, máximo cien. Y mucho se sabe de todas las consecuencias positivas y maravillosas que tiene el reír. Sin embargo, cada vez le hemos dado menos espacio a la risa y valdría mucho la pena retomar esa experiencia ¿perteneces al grupo de personas que les gusta y se permiten reír libremente?
En el plano emocional, la risa mantiene alejada la depresión, ayuda eliminar el estrés, permite descansar y dormir mejor, favorece el buen ánimo ante la adversidad dado que, cuando reímos, se producen endorfinas, dopamina, serotonina y adrenalina, todas ellas son hormonas que provocan bienestar físico y nos relajan. Se ha estudiado que nuestro cerebro libera impulsos eléctricos que obstruyen el paso de pensamientos negativos prácticamente un segundo después de que empezamos a reír.
Con una carcajada prolongada, por ejemplo, se activan la casi totalidad de los músculos que hay en el rostro, provoca que se mueva el diafragma, aumenta la capacidad pulmonar mejorando la respiración, fortalece el corazón, contribuye favorablemente con nuestro sistema inmunológico y muchos etcéteras.
Más allá de toda una explicación que podríamos encontrar al respecto, considero que es valioso detenernos a revisar nuestra relación con la risa y elegir liberar y encontrarnos más con esta experiencia que tanto bien hace. El miedo y la preocupación producen otro tipo de alteraciones a la salud de las que bien vale prevenirnos y alejar, más hoy en día. Y esto no quiere decir que se evadan realidades, simplemente es el cómo enfrentar mejor lo que nos acontece.
Robert Burton, clérigo y erudito inglés de la época del siglo XVI, expresó: "La compañía alegre no debe separarse de la música, ambas son necesarias: la alegría prorroga la vida, da buen juicio, da juventud al cuerpo, le da vida ... Festea a menudo y ten, amigos alegres”. Al respecto de la risa se han dicho frases extraordinarias ¿cuál es la tuya? Hoy leí una que me encantará compartir “tomarse las cosas con humor es un privilegio de la inteligencia”.
¿Por qué como adultos dejamos de reír o reímos menos? Seguramente, el dar paso a más preocupaciones, obedecer más a los juicios de la sociedad y a la presión, a la insatisfacción y la desconfianza, a la inseguridad personal, a atender u obedecer a roles determinados a lo que debe ser el “comportamiento adulto” nos aleja del reír. Y es paradójico porque la risa es un potente antidepresivo y genera un estado mental positivo e impulsa la sensación de seguridad a través del relajamiento.
Tan importante y sanador es reír que en muchos hospitales se ha convertido en un recurso recurrente con grandes beneficios. Hoy enfrentamos una situación compleja y pudiera pensarse que “no es momento para eso” y, al contrario, es justo un tiempo donde permitirnos un mejor sentido del humor puede marcar la diferencia en nuestra salud física y emocional. Si bien las lágrimas tienen también un efecto poderoso y catártico, reír mucho también.
¿Qué situaciones provocan que rías? Escuchar o leer algo divertido, recordar o ver escenas graciosas, encuentros o reuniones jocosas, momentos cómicos … Algunas experiencias pueden estar directamente relacionadas con nuestras vivencias o momentos, otros pueden ser porque vemos una película, una imagen, un sonido que nos provoca hilaridad, etc. Y ¿te permites disfrutar e incluso promueves estar cerca de aquello que te hace reír?
Cuando estamos ante situaciones difíciles, estresantes, llega incluso a darse una respuesta donde pareciera que más cerca debemos estar de lo que nos preocupa y que pueda ser una falta de seriedad o de responsabilidad si nos reímos, si lo tomamos con una actitud sonriente y sucede lo contrario ¡cuánto nos alejamos del bienestar o de mejores decisiones ante tanta tensión!
Quizá nos han rodeado mensajes de formalidad y seriedad que han marcado una idea errónea de lo que significa enfrentar la adversidad con sentido del humor, recordemos que incluso en las personas resilientes esta es una de sus grandes cualidades. La risa, es una simple y muy valiosa acción que conlleva múltiples consecuencias benéficas a la vida de una persona. Apostemos, por hoy, a reír un poco más.
¡Hasta muy pronto!
Ana María Nájera
Compartiendo e impulsando transiciones