ACONTECE UN TIEMPO NUEVO ¿ESTAMOS EN TRANSICIÓN?
- Ana María Nájera
- 5 jul 2020
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 5 jul 2020
Los acontecimientos de este tiempo están impactando de una u otra forma a todos los que habitamos este mundo. A veces pensamos en los demás, en lo que pueden estar sintiendo o lo que podría pasar en un tiempo determinado, nos enfocamos en responder a una nueva demanda de circunstancias y quizá no hemos caído en cuenta lo que está pasando con nuestra adecuación o resistencia, con nuestra actitud y emociones ¿También te planteas lo mismo del presente y del futuro respecto a ti?

En esta semana fui invitada a participar en una conversación cuyo tema me importa y mucho. Dentro de mis actividades, una que disfruto de manera particular es acompañar en procesos de cambio a aquellas personas que deciden plantearse un nuevo plan de vida o reafirmar sus proyectos y planes de futuro. Y este planteamiento es sumamente importante, trascendente; con el paso del tiempo y ante vicisitudes los adultos necesitamos claridad en nuestro propósito de vida.
Acontece un tiempo nuevo, de replanteamientos, ajustes, desafíos y grandiosas oportunidades ¿Con qué perspectiva estoy mirando el presente y el futuro?, ¿soy adulto y con padres, tíos, abuelos? Significaría que hay integrantes viejos o ancianos en la familia y ¿cuánto me he planteado la vejez? La que ocurre en los demás y la que podría estar ocurriendo en mí.
Quizá aquí nos venga bien recordar que el envejecimiento es el proceso de llegar a viejo, independientemente de la edad cronológica y que los cambios físicos, bioquímicos, funcionales, psicológicos y cognitivos que se producen, si bien es cierto suceden a lo largo de la vida, hacia esta etapa aparecen con ciertas particularidades a partir de los 50 años, pero no evolucionan de igual manera en todos los individuos.
Recordemos que las transiciones están enmarcadas en los acontecimientos y/o procesos que pasan en determinadas circunstancias y a lo largo del curso de la vida. Pueden estar relacionadas con cambios de roles, interacciones, responsabilidades, actividades que desempeñamos, incluso con los espacios físicos, geografía, ambiente o nuestro propio cuerpo. Y un proceso de transición requiere ajustes psicosociales y culturales, que pueden relacionarse con elementos del conocimiento y de nuestra emocionalidad.
En esto último también hay factores como las razones u origen de la transición, su naturaleza, la resiliencia personal y el impacto del cambio en uno mismo o en las personas que nos importan. Claro que estamos en un tiempo de transición y como proceso llevará tiempo nuestra adaptación y mientras más flexibles y adaptables nos dispongamos a actuar, será mejor.
En los meses recientes se habla de la vulnerabilidad ante esta pandemia, de los riesgos que corre la vida y salud ante un posible contagio, y cabe subrayar que no solo los adultos y ancianos son susceptibles de enfermar, esto le puede suceder a cualquier persona y de cualquier edad, con un mal estado de salud preexistente. Por lo tanto, no perdamos de vista que las características personales y el momento de vida son tan particulares en cada uno y que no es saludable etiquetar ni generalizar.
Cada etapa es muy valiosa ¿y cómo enfrentarla? Porque desde la perspectiva de quien está en ese tiempo/edad hay una respuesta y desde quienes conviven o viven con él o ella, puede haber otra. Las características del adulto mayor impactan en la convivencia cotidiana; sus hábitos, carácter, historia de vida, autonomía, la forma de interacción previamente vivida en el entorno familiar, etc., ¿cómo es ahora tu tiempo y forma de convivencia con tus viejos?, ¿tienes fuertes vínculos con ellos y los escuchas?, ¿te desesperan?
Las respuestas a estas preguntas son cruciales y están directamente relacionadas con:
a) El tiempo que les dedicas
b) La relación que has tenido en el pasado con ellos
c) El nivel de autosuficiencia del adulto mayor
d) La afectividad presente
e) Tus propias emociones de miedo o enojo e impotencia por acontecimientos o desconocimiento
En esta nueva realidad lo primero es que identifiques cuál es tu postura ante la vejez, porque en mucho de ello depende tu respuesta. Te invito a leer más al respecto en el siguiente artículo:
Y por otro lado ¿cómo es tu comunicación con tus viejos? A veces creemos que ya no pueden decidir por ellos mismos y no les preguntamos su parecer o lo descalificamos; no les dejamos saber que su presencia importa; no los involucramos, damos por hecho o minimizamos ¿te has preguntado si detrás de esta forma de tratarlos está tu enojo, intolerancia, temor a no saber cómo manejar la situación? ¿Cómo estás preparando tu propio futuro para convivir mejor, para ser una persona autónoma lo más posible?
Y no quiere decir que no haya etapas donde la paciencia pareciera que no nos alcanza, y se entiende; solo que la calma también juega un papel importante en esta dinámica. Es importante ubicar ¿desde dónde estoy siendo impaciente con quienes me rodean?
Ocupémonos de mejorar su calidad de vida con espacios y momentos de conexión, de convivencia también con ellos, en familia. Este tiempo de pandemia nos está regalando una oportunidad. Recuerda esta regla de oro “trata a los demás como quieras que te traten”. Te comparto otro artículo que nos lleva a identificar más en el cómo convivir en familia.
Seguramente ha llegado la hora de hacer un alto en el camino y aprender de los niños. Su sabiduría natural nos enseña cómo ellos hacen que sus abuelos:
Se sientan útiles, revitalizados
Vuelvan a ser héroes o heroínas
Los vean a los ojos y les sonríen
Jueguen, compartan y ayuden
¡Se puede aprender a envejecer! No los envejezcamos antes de tiempo ¡Observemos y aprendamos! Y hoy, nuestros viejos y ancianos necesitan acompañamiento, conexión, convivencia, firmeza en las reglas y mesura en las formas, sentir que pertenecen, vivir el hoy, el aquí y el ahora, y con todo ello ¡muchas dosis de ternura!
Recuerda, mi propósito al invitarte a responder cada pregunta es que el empoderamiento personal se fortalezca a partir de la consciencia de tu identidad y propósito de vida.
¡Hasta muy pronto!
Ana María Nájera
Compartiendo e impulsando transiciones